martes, 7 de octubre de 2008

Viaje a la fuerza

Es curioso como siendo estudiantes de la especialidad de desarrollo de proyectos empresariales, exista tanto poco liderazgo y tanta poca armonía en la toma de decisiones grupales. Quizás esto sea una cuestión de autoreflejo, un aspecto que percibo de mí mismo y posteriormente lo achaco al grupo.
Falta liderazgo, falta solidaridad, falta energía… Todas esas cosas que deben tener emprendedores y directivos dispuestos a conducir una empresa hacia lo más alto.
Cuando se trabaja en un grupo de personas, debemos ser competentes en muchos aspectos diferentes y cuando abordamos un proyecto lo debemos hacer común, que lo sintamos nuestro, de modo que éste esté basado en intereses compartidos. Solo así se consiguen equipos de trabajo robustos y capacitados.

Todas estas reflexiones vienen a raíz del viaje de fin de estudios, donde se han planteado las cosas de manera forzada. Unos pocos proponen cosas y el resto les saca pegas. Y como sólo se proponen pegas y no alternativas, todo se somete a voto. Para qué pensar más. Precisamente, éste que es un tema que debería resultar tan apasionante, y en cambio percibo tanta indiferencia en ocasiones por parte de muchos. ¿Y por qué no ilusiona? Posiblemente por falta de liderazgo. Tenemos que trabajar mucho sobre nuestras dotes como líderes. Un líder es capaz de ilusionar y de esta manera arrastrar a todos para que se organice un viaje como dios manda, y para ello todos nosotros debemos estar involucrados, y en ningún caso debemos actuar de manera forzada.

Sé que todo esto puede parecer obvio, pero cuando veo tanta inactividad, me doy cuenta de que falta mucho camino por recorrer, no se puede decir que seamos una piña.
No sé si alguno de mis compañeros se ha dado cuenta, pero percibo una clara carencia de iniciativa de conciliación en todo lo que se hace. Parece que tenemos que votar cada vez que se quiere hacer algo nuevo. El voto se ha convertido en el pan de cada día para asuntos que deberían salir de uno mismo. Acaba siendo justo, sí, porque se nos ha enseñado que ante la duda se va a la urna. Pero estoy seguro de que esta justicia está reñida con la iniciativa y con el afán de proposiciones nuevas e innovadoras.

Siempre acabamos yendo a por lo más fácil, puesto que también nos han enseñado a ser eficientes en todo momento, pero particularmente, cuando se piensa, uno no pierde el tiempo, sino que lo invierte en una habilidad que le hará más competente en el futuro.

Espero que poco a poco las nuevas propuestas para organizar el viaje vayan saliendo de cada uno de nosotros y al final podamos estar orgullosos de nuestro viaje.


Cuando el mejor gobernante alcanza su objetivo
Sus vasallos lo celebran como si fuese el objetivo de ellos mismos.


Lao Tse

1 comentario:

Blulemon dijo...

Muy acertado Iongo, "ante la duda se va a la urna", vale para el viaje de fin de curso y para todo elo demás. Se llama Democracia. Así creemos, y nos hacen creer, que hemos hecho bien las cosas y tenemos la conciencia tranquila...