viernes, 7 de noviembre de 2008

Sistemas Autoorganizados


Hace un tiempo escuché acerca de los llamados sistemas autoorganizados. Fue un término que me llamó la atención, puesto que básicamente dichos sistemas diferían del concepto de sistema pasivo. Un sistema pasivo es aquel por el cual un agente externo es el responsable de regular las diferentes funciones de las diferentes partes del sistema. En los sistemas autoorganizados, son los propios agentes los responsables su autoregulación, sin necesidad de ningún agente externo. Yo tardé en comprender el valor de dicho concepto. Hoy he encontrado un ejemplo práctico explicándolo:

Margalef nos ilustra sobre este concepto haciendo notar que la red de interacciones entre los componentes del sistema no es uniforme y generalmente es muy parcial. Si todas las interacciones o conexiones fueran semejantes e intensas, el sistema sería una cosa rígida, a la que llamaríamos, probablemente, un objeto. Comparar el tren con un grupo de automóviles en una carretera ayuda a precisar esta noción. Los vagones están unidos unos a otros de manera relativamente rígida, mientras que los automóviles se relacionan unos con otros a través de un mecanismo más elástico, que pasa por los correspondientes conductores y los circuitos de feed-back en que están implicados. En el caso de los automóviles los grados de libertad de las partes del sistema es mucho mayor.

Existen dos claves en todo esto. Precisamente por eso he marcado las palabras en negrita. "Conexión" y "libertad".

Es aquí cuando echo la mirada hacia atrás y me doy cuenta de que el secreto para lograr un sistema autoorganizado, es que en dicha relación se otorguen "grados de libertad". Y precisamente miro hacia atrás para recordar a Koldo Saratxaga en su último libro "Un nuevo estilo de relaciones" en el que llamaba a todo esto "caos organizado" el cual no se puede dar si no existen "Espacios de libertad".

He comprobado que esta filosofía funciona, y que además es la mejor manera de liderar un grupo. Existen muchas compañías que necesitan un liderazgo que haga que las propias personas sean las responsables de su trabajo, que lo hagan porque quieren hacerlo, que se quieran superar. Un verdadero líder es aquella persona capaz de arrastrar un grupo sin recurrir a los premios o a las amenazas. Consigue que las personas realicen las cosas porque las quieren realizar bien, y cada una de ellas dispone de un motor para seguir adelante, del mismo modo que lo hace cada automóvil en una carretera.

2 comentarios:

igor dijo...

Me mola la teoria de los sistemas autoorganizados, aunque también me parece un poco utópicos.
¿Tienes ese libro de Koldo Saratxaga? He estado alguna vez buscando un libro suyo, pero nunca he encontrado nada interesante.

Ion Gómez dijo...

Sí, lo tengo aquí. Si quieres te lo dejo cuado quieras. "Un nuevo estilo de relaciones" plantea un modelo de gestión un tanto diferente a lo que estamos acostumbrados a ver en las organizaciones. Cuando lo lees te pude resultar ciertamente utópico, pero cuando encuentras evidencias claras en casos como el de Irizar, Ampo ... Y en algunas otras organizaciones no cooperativas, te planteas que además de parecer un "bonito relato utópico", puede llegar a resultar práctico, que finalmente es lo que cuenta.