Por más que miré no dejé de ver mi imagen impresa en la ventana, accidental e imperfecta, opaca, inerte y definida, carente de gracia. Imagen de mí, Infestado de ansia, deseo e incertidumbre.
Contemplé mi imagen y la odié, la miré de nuevo… y la seguí odiando… odiando y despreciando. Sintiendo que no se trataba de lo que yo buscaba. Mirándola con los ojos del deseo y perpetrando muecas de arrogancia, sensualidad y envidia.
Al otro lado de la ventana un bosque en la más oscura de las noches. Plagado de vida y criaturas rebosando belleza, bondad y compromiso. Y yo sin saberlo, sin poder verlo. Tratando de comprender que en esa oscuridad no hay bestias sino seres preciosos. Un bosque cargado de evidencias que vaciaban en mí esa ansia que embriagaba mis sentidos, siendo mi percepción del mundo la simple imagen de mi ego.
Entonces apagué la luz y lo vi. Allí estaba, allí había estado todo este tiempo, esperando que un día la oscuridad se hiciera a este lado de la ventana para que la tenue luz de la luna iluminara mi bosque. Lo que no había sido capaz de ver antes, lo contemplaba ahora, atónito y desconcertado por tratarse de una imagen y no de un reflejo.
Era miedo lo que sentía ahora, pero estaba en paz conmigo mismo. Se trataba de pasar al siguiente obstáculo. La superación de ese miedo que no alcanzaba a comprender. Las bestias que dominaban ese mundo no eran más que los vestigios que la falta de poder sobre él había ocasionado.
Pero se trataba de bestias, no de monstruos horrendos. Incontrolables por el momento pero vivirían en armonía si comprendía sus acciones y las aceptaba como actos necesarios.
1 comentario:
Hola Iongo,
Gracias por tu comentario. Yo antes era como tú, no escribía cosas muy profundas porque pensaba que la gente me consideraría un bicho raro. La gente, no sé por que , nunca habla de sus sentimientos, por qué? quizás porque los temas personales o sentimientos son difíciles de esteriorizar. Reconozco que hay a gente que le cuesta mucho esteriorizarlos. Escribir sobre los sentiminetos y pensamientos es mi vía de escape. Es mi forma de dar a conocer a la gente lo que se me pasa por la cabeza.
Tú deberías hacer lo mismo, créeme te sentirás mejor. Escribe sobre tí, de como te sientes, es bueno. No dejes que la gente te condicione, sé tú mismo. Yo es una cosa que estoy aprendido y créeme, me está costando mucho, pero lo intento. Pero he aprendido que no debe importantarnos nada lo que piense la gente de nosotros.
Me gusta como escribes, y sí que a veces, reconozco que se te va la perola, pero a quién no?
Pues eso Iongo, que me alegro que te haya gustado lo que escribo. Sigue así y escribe lo que te apetezca y sobre todo no cambies nunca.
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