Debo reconocer que me gusta jugar. ¿A quién no le gusta jugar? ¿Quién ha perdido la ilusión por el juego?
Llegamos a una edad en la que parece que se terminó eso de jugar, el trabajo es lo verdaderamente importante y el ocio es algo accesorio. Pero yo sólo me siento agusto cuando juego, y si me tomo mi trabajo como un juego obtengo mejores resultados.
Descontextualizar la palabra trabajo es difícil si la queremos transformar en la palabra juego. Es fácil escuchar que el juego es una cosa y el trabajo es otra, que no se juega con las cosas serias. Que se lo digan a los profesionales que juegan al futbol y que disfrutan del juego, o que como el otro día oía en palabras de Coti en la radio: "Se utiliza esa misma palabra, Play en inglés para tocar un instrumento".
Jugar es lo único que nos queda para mantenernos vivos, y si nos tomamos las cosas demasiado en serio es cuando empezamos a morirnos por dentro y a no obtener los resultados deseados.
A continuación podemos ver un buen video que retracta esta reflexión:
No hay comentarios:
Publicar un comentario