domingo, 4 de enero de 2009

La empresa y sus "conceptos"


Resulta curiosa la manera en la que pensamos las personas cuando nos hablan de empresas. Todos nos podemos hacer una imagen mental de lo que es una empresa, y esta imagen, suele connotar sentimientos tanto positivos como negativos en función del contexto en el que la establezcamos.

Una empresa implica muchas cosas y resultan ser de esa clase de cosas por las cuales se afloran sentimientos de todo tipo cuando pides opinión acerca de todo lo que involucra. Por así decirlo, o amas el concepto de empresa o lo odias. Algunos ejemplos podrían ser:

- Son esos sitios aburridos en los que la gente va con corbata y habla de cosas aburridas.
- Es ese lugar donde tengo que ir cada semana para poder ganar dinero.
- Son los sitios donde los jefes echan broncas.
- Son cosas que se hacen para ganar dinero
- Son los sitios donde se fabrican todos los productos para la gente pueda usarlos
- Son edificios con oficinas donde la gente trabaja.
- …

Mientras anotaba el listado de posibles definiciones que se le puede dar a una empresa, me he puesto en la piel de un niño o alguien que realmente no conoce a fondo la realidad empresarial. Lo perfecto hubiera sido habérselo preguntado a un niño directamente, pero estoy en casa y de momento no veo ninguno por aquí cerca, por lo tanto he tenido que recurrir al "niño que hay aquí dentro".

Yendo a lo que íbamos, si nos fijamos, podemos comprobar que estos sentimientos generados acerca del término “empresa” no suelen ser demasiado positivos en general. Algunos de estos valores extraídos podrían ser “aburrimiento”, “obligaciones”, “dinero”, “lugares” “fabricación”.

Por otro lado, si extraemos estos valores, podemos sacar una serie de conclusiones muy curiosas.

Me detengo en el término “lugares”. Porque las empresas están ubicadas en sitios físicos. Esto es real y a la vez no lo es tanto. Cada vez más, las empresas están dispersas por todo el mundo, además, podemos ver con más frecuencia que las personas que integran las empresas se están moviendo constantemente e interactúan con otras personas que están en otros países.

Tomemos ahora los términos “aburrimiento” y “obligaciones”. ¿Por qué son aburridas? ¿Para quién es aburrida? ¿Cómo hacemos para que no sean aburridas? ¿Son aburridas?
¿Por qué tenemos que trabajar? ¿Por qué tengo obligaciones? ¿Tener obligaciones es aburrido? ¿Y si no hago las cosas que tengo que hacer?

Pasemos a fabricación y dinero: Las empresas “fabrican dinero”, porque su principal objetivo es generar dinero para seguir desarrollándose. Este desarrollo implica la satisfacción de necesidades de los clientes, generar puestos de trabajo, desarrollar una actividad que se comprometa también con el medio ambiente.

Si habéis llegado a leer hasta aquí os estaréis preguntando: ¿A dónde quiere llegar este tío metiéndome esta chapa? Pues bien, mi conclusión con todo esto es que las empresas son un concepto que está en constante cambio. Pero pocas empresas saben manejar conceptos. Éste ha sido un claro ejemplo de desorden conceptual, pero que de algún modo da pie a la creatividad. El proceso de creación de ideas requiere de creatividad, pero la creatividad es una especie de caos, una desviación de nuestro pensamiento para salir del estancamiento.

Estamos en un momento en el que ya no vale hacer las cosas del mismo modo que las hemos estado haciendo. El cambio de conceptos es la clave para cambio en el mundo empresarial. Las empresas que sepan manejar conceptos serán las que sobrevivan.

A lo largo de este post han salido muchos conceptos, pero ¿Existen modelos de gestión de conceptos? Comentad si conoceis alguno.

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