lunes, 9 de febrero de 2009

Buenos días señora crisis


Nos encontramos ante un entorno que cambia cada vez más deprisa. Lo que ayer funcionaba, hoy no tiene porque hacerlo y lo que en su día no llegó a funcionar convendría replantearlo y adaptarlo a la nueva realidad económica y social.

Bienvenidos a la crisis, un mundo de incertidumbre, de tensión, un mundo de pérdidas, donde las personas deben desacostumbrarse a las comodidades pasadas y adaptarse al dinámico entorno.

¿Quién dijo miedo? Si todo lo que he descrito hasta ahora no es más que un escenario lleno de posibilidades. Porque de hambre no vamos a morir, y tendremos que empezar a vivir más bajo nuestras necesidades que atinando la mirada a nuestros más ociosos caprichos.

Yo particularmente no he dejado de atisbar la crisis desde un punto de vista positivo, y que me disculpen todos aquellos que lo están pasando mal, pero estamos ante una gran oportunidad para salir fortalecidos. Somos capaces de superar este bache y debemos obrar todos juntos para soslayar la situación que se nos ha echado encima. Porque si no lo hacemos, porque si utilizamos nuestra energía para protestar echándole la culpa al sistema financiero no vamos a llegar a ningún lado.

Cada vez que me desilusiono siempre me suelo decir a mi mismo: “Quéjate lo justo y ponte manos a la obra Ion, que esto hay que superarlo.” Porque sé que de toda crisis uno sale fortalecido y satisfecho de haberlo conseguido. Sí, se pasa mal, dudas, te replanteas todo, parece que los nervios te van a comer por dentro... Pero cuando pasas el bache, te acabas diciendo a ti mismo: “Ha merecido la pena”.

Esa es la mentalidad que tenemos que promover, porque cuando todo esto acabe habrá merecido la pena haber vivido en tiempos de crisis.

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