viernes, 13 de febrero de 2009

Discurso de Severn Suzuki

Soy partidario de que las palabras tienen un límite, puesto que si no se llevan a la práctica, si sólo se quedan ahí, en meras palabras, su valor es nulo puesto que tienen poca credibilidad a largo plazo.

Es precisamente lo que llevamos haciendo desde hace mucho tiempo. Enseñamos unos valores y castigamos las malas prácticas cuando en realidad ni siquiera nosotros somos lo suficientemente responsables como para cumplir aquello que promulgamos de manera vehemente.


Dar ejemplo no es una buena forma de influir sobre las personas, sino que es la única forma posible.


Cuando veo discursos como este me doy cuenta de todo el mal que le estamos haciendo a nuestro mundo, hasta dónde hemos llegado y cuánto tenemos que aprender todavía. Severn Suzuki es una niña de 12 años que nos da un gran ejemplo. Nos recuerda hacia dónde estamos conduciendo esta sociedad como consecuencia del egoismo colectivo.

Y precisamente nosotros, los más jóvenes somos los que debemos poner los puntos sobre las ies. Porque tenemos la responsabilidad de salvar la situación desencadenada por las malas prácticas actuales.

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