viernes, 13 de febrero de 2009

¿Y tú, crees en la magia?



Existe un momento en el cual queremos hacer tangible nuestro negocio. Es el momento de invertir. Aquí es cuando todas las ideas fantásticas dejan de serlo y sólo siguen adelante aquellas en las que realmente crees. Con el dinero en la mano todos los sentimientos verdaderos salen a la luz, el estómago se estremece y activamos nuestros mecanismos de defensa al máximo. Las ideas utópicas se deben quedar en el tintero hasta que un conjunto de cifras nos confirmen que no son utópicas y que se pueden poner en práctica.


El que pone el dinero quiere ver resultados y si observa que esos resultados están basados en la ciencia ficción, tuerce ligeramente la cabeza, frunce el ceño y es entonces cuando retrasa su posición cogiendo el fajo de billetes para metérselo de nuevo en el bolsillo.


Hoy por hoy, y con la actual crisis el número de escépticos se ve claramente incrementado. Ya nadie quiere invertir en “magia” porque la “magia” no da de comer a corto plazo. Hoy más que nunca debemos ser capaces de demostrar que tenemos algo más que ideas potenciales, tenemos que demostrar que esas ideas tienen forma. Y en términos empresariales, la forma de negocio más creíble viene dada por una cuenta de resultados. Ya lo dice el refrán:

Un Cash Flow positivo vale más que mil maquilladas palabras

No hay comentarios: