lunes, 23 de marzo de 2009

El escorpión y la rana


Hace ya muchos años escuché por primera vez esta pequeña fábula. Siempre la he tomado como referencia para muchos asuntos puesto que contiene una gran verdad. En ocasiones luchamos por situaciones que se oponen a nuestra naturaleza, y lo peor de ello es que solemos decepcionarnos cuando ocurren. Como ejemplo de ello tenemos esta pequeña perla de sabiduría:

Un escorpión, que deseaba atravesar el río, le dijo a una rana:

-Llévame a tu espalda

-¡Que te lleve a mi espalda! -contestó la rana- Ni pensarlo! ¡Te conozco! Si te llevo a mi espalda, ¡me picarás y me matarás!

-No seas estúpida-le dijo entonces el escorpión- No ves que si te pico te hundirás en el agua y que yo, como no sé nadar, ¿también me ahogaré?

Los dos animales siguieron discutiendo hasta que la rana fue persuadida. Lo cargó sobre su resbaladiza espalda, donde él se agarró y empezaron la travesía.

Llegados al medio del gran río, allí donde se crean los remolinos, de repente el escorpión picó a la rana. Ésta sintió que el veneno mortal se extendía por su cuerpo y, mientras se ahogaba, y con ella el escorpión, le gritó:

-¡Ves te lo había dicho! ¿Pero qué has hecho?

-No puedo evitarlo-contestó el escorpión antes de desaparecer en las aguas- Es mi naturaleza.

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