lunes, 21 de septiembre de 2009

Organizar la organización


"Tiene mente de metal, y ruedas. ya no cuida de las cosas que crecen." - Barbol (ESDLA)


Hace unas semanas me entró morriña y empecé a ver de nuevo la trilogía del Señor De Los Anillos. Ésta fue una de las frases que más me llamaron la atención puesto que hizo que recapacitara de nuevo acerca de los modelos organizacionales.

La dirección de empresas se puede plantear de dos maneras muy diferentes: La mecanicista o la orgánica. Cuando consideramos una empresa como una entidad puramente mecanicista estamos negando la existencia de su parte más importante, las personas. Sí, sé que suena a tópico, que hoy por hoy existen pocos directivos que no lo afirmen, pero en la práctica no se da. Finalmente las personas pasan a ser una parte más en el sistema productivo y las palabras se quedan en eso, meras palabras.

Por otro lado, tenemos otro concepto muy diferente de organización, el orgánico. Los sistemas orgánicos atienden a maneras de hacer más fluidas pero a la vez menos productivas en sus comienzos. Y esto es lo que los caracteriza, los sistemas orgánicos sacrifican la producción para apostar por el aprendizaje y el desarrollo de sus miembros. Las personas dejan de ser piezas y pasan a ser organismos interdependientes. Cada persona tiene su función, tiene sus habilidades. Habilidades que en ocasiones no son aquellas por las cuales se las reconoce. Me explico, cuando llegas a una empresa eres un ingeniero, un licenciado en empresariales o un administrativo. Cuando somos seleccionados para un puesto de trabajo en una organización mecanicista vamos a desarrollar las habilidades por las cuales se nos reconoce, y estas son, en teoría las que vienen definidas por nuestro perfil académico. Es normal, si seleccionamos piezas, buscamos la mejor pieza, la que mejor encaja en el hueco restante.

Pero las empresas no son como motos, y como tú y yo sabemos las motos difícilmente se desarrollan. Pueden crecer, pueden hacerse más pequeñas, pero todo es cuestión de cambiar unas cuantas piezas para ello.

Los organismos vivos en cambio se desarrollan por ensayo y error. Surgen pequeñas mutaciones que en ocasiones son perjudiciales para la especie, pero otras veces resultan ser beneficiosas. No se trata de agregar o quitar "cosas", se trata de que las cosas sucedan de manera fluida. El proceso es más costoso y duradero, pero está lleno de vida.

Lo difícil en el mundo de la empresa es gestionar de manera orgánica, puesto que esto nos lleva a considerar que se debe establecer el caos para que las formas surjan de lo que aparentemente es un descontrol. Los autómatas no tienen cabida en este tipo de sistemas, puesto que los autómatas solo atienden a órdenes. Las personas que pertenecen a sistemas orgánicos no atienden a órdenes, sino que toman decisiones, se confunden y con ello aprenden para poder compartir todo lo aprendido. De esta manera, poco a poco, van conformando una serie de experiencias a través de las cuales pueden reconocer dónde está su lugar en la organización.

2 comentarios:

jguridi dijo...

Hoy mismo nos han hablado sobre la gestión de las organizaciones desde una perspectiva bastante mecanicista para mi gusto, utilizando a las personas como recursos y no como lo que son, seres vivos, con todo lo que conlleva el estar vivo. Habrá que trabajar duro para poder cambiar un poco esa perspectiva, sobre todo de la educación de los "futuros gestores" que seremos.

Ion Gómez dijo...

Tengo que reconocer que las organizaciones con estructura mecanicista son más eficientes en el corto plazo. Incluso podríamos decir que algunas no podrían funcionar de otra manera. Pero estas organizaciones han perdido toda identidad, toda humanidad y van a lo que van, a obtener el máximo beneficio.

Pero funcionan... Ponte en el caso de un McDonald, un tipo de organización que busca empleados que generalmente no perduran mucho tiempo en el puesto de trabajo. Pueden ser estudiantes u otras personas que quieren sacar unas perras. Está bien, pero ¿quién va a recomendar un McDonald como lugar ideal para ir a comer? Solo tienes que fijarte en cómo te tratan cuando vas a uno. En ocasiones me topo con personas muy parecidas a robots, que se nota que no tienen nada que ver con esa cultura, están prostituyendo su alma para dar un servicio que hace que te sientas como una pieza más en el sistema de consumo masivo de comida rápida.